PoskLa peticiònCIUDAD DE MÉXICO.- Posk es un pintor y grafitero originario de la colonia Ciudad Azteca, ubicada en Ecatepec de Morelos, el municipio 33 del Estado de México al que se suele llamar coloquialmente Ecatepunk por su historia de inseguridad y marginalidad durante los años 80 y 90. En aquellas épocas esa situación originó, entre otros fenómenos político-sociales, la conformación de distintas pandillas de jóvenes, entre ellas de punks, quienes instauraban el caos en los barrios de esta zona.

El nombre real de Posk es Miguel Montaño Martínez, quien cuenta a Muro el proceso de evolución que ha tenido como artista tras formar parte de la escena del street art en México 17 de sus 33 años de vida.

El origen del mundo. Mural de Posk en Ciudad Netzahualcoyotl, México. Foto: Cortesía de Posk.

El origen del mundo. Mural de Posk en Ciudad Netzahualcoyotl, México. Foto: Cortesía de Posk.

“Mi proceso de creación consta de varios pasos: investigar, escribir, asociar ideas, considerar la técnica ideal para la obra, medir mis tiempos y, mucho después, pero mucho después, dibujo. Ya no pinto por pintar, ya no me siento a la mesa sólo a hacer bocetos u obras de improvisación, como lo hacen los surrealistas, sino que me dedico a crear piezas de profundidad. Hago lo que realmente me conviene como artista”, explica.

Su faceta laboral la divide en distintas etapas. Una, la de autoexploración, lo llevó a las calles como escritor de grafiti entre 1999 y 2004. En 2006 ingresó a la Universidad Autónoma de México (UAM) plantel Xochimilco para estudiar diseño, pero encontró su verdadera vocación tras concluir la carrera. Comenzó entonces una faceta de autodidacta en las artes visuales al colaborar en distintas instituciones como la antigua Academia de San Carlos, trabajar con artistas como Gilberto Aceves Navarro, o emprender investigaciones, algo que considera un “proceso de formación constante”.

Amante del ánime, su interés por el dibujo comenzó desde pequeño al elaborar historietas para sus compañeros de clase en sus cuadernos de estudio o en los muros de su casa. Siempre inventaba personajes o realizaba dibujos a gran escala de series animadas como Dragon Ball, Las tortugas ninja o Los dinoplatívolos.

Mujer, tierra y vida. Mural de Posk en Santiago de Chile. Foto: Cortesía de Posk.

Mujer, tierra y vida. Mural de Posk en Santiago de Chile. Foto: Cortesía de Posk.

Con el paso del tiempo, Miguel necesito buscar un nombre para pintar en las calles. Para encontrarlo tuvo que salir de la tendencia de seudónimos de los grafiteros de los 90, que en su mayoría tenían una influencia estadunidense. Simplemente decidió tomar un par de letras para combinarlas y formar un nombre que no tuviera sentido ni significado. “Algunos –dice Posk– lo relacionan con la expresión mexicana ‘pos qué” (pues qué). Pero realmente nada que ver; no tienen ningún significado”.

El concepto actual de su obra se basa en la mitología contemporánea, por lo que ha emprendido siete años de investigación sobre esta corriente con la intención de hallar múltiples sesgos y poderlos plasmar.

Uno de sus más recientes trabajos bajo este fundamento es el mural Bodega de Memorias, elaborado en el Centro Cultural Casa Talavera, en el que aborda la sobreutilización de las nuevas tecnologías como factor de educación en la sociedad moderna.

“Utilicé a una madre que carga a su hijo en sus brazos por la idea de cómo la televisión educó a varias generaciones al no poner mucha atención en la formación de su familia, principalmente en su descendientes. En este tiempo, el Internet y las nuevas tecnologías son quienes enseñan y transforman a las nuevas generaciones”, aclara.

“En la parte baja de la pieza –prosigue– hay algunos objetos como un balero o una bota de obrero. Estos recursos son memorias de personas. Les pedí que si podían compartirme algún recuerdo vinculado a un objeto en el cual su vida era diferente antes del uso de las nuevas tecnologías. Fue muy interesante ver este ejercicio y ver reflejada su vida en ellos y así poderla plasmar en el mural”.

Bodega de memorias. Mural en la galería Casa Talabera de la Ciudad de México. Foto: Cortesía de Posk.

Bodega de memorias. Mural en la galería Casa Talabera de la Ciudad de México. Foto: Cortesía de Posk.

Para este proceso usó pigmentos extraídos de semillas de café y pinturas acrílicas. Su explicación es sencilla: “La bebida del café, como la del té, aún tienen ese carácter humano y social a la hora que se toma, pues sienta a dos o más personas en un mismo lugar para poder compartir las complejidades de su vida, desde algún logro o una derrota. El olor que se despide del mural es sutil pero profundo, y mi intención es interactuar con los espectadores, no sólo visual sino en todos su sentidos físicos, con la intención de crear una reflexión sobre la educación en sus hijos”.

A inicios de 2016 realizó la tercera residencia del artista regiomontano Edgar Bacalao en el municipio de Bacalar, al sur del estado de Quintana Roo, que tiene el objetivo de invitar cada año a un a muralista para dar a esta localidad una identidad cultural a través de su historia y sus habitantes. Ahí dibujó Hacia el futuro, otro muro elaborado bajo sus actuales principios. En las anteriores ediciones de la residencia participaron los artistas Lusi Safa y DEA.

hacia el futuro. Mural de Posk en Bacalar, Quintana Roo, México. Foto: Cortesía de Posk.

hacia el futuro. Mural de Posk en Bacalar, Quintana Roo, México. Foto: Cortesía de Posk.

Su trabajo en conjunto lo ha llevado a Chile, Alemania y Estados Unidos; giras especiales dentro de su vida. Sin embargo, asegura que su visita al país europeo has sido la más representativa dentro de su carrera profesional:

“En 2013 participé en el festival Milerton Gallery, organizado por el equipo alemán de futbol St. Pauli. Estuvo muy chingón porque también pintó Minos, Smithe, Seger y Pape; puro pinche mexicano en Alemania. Al igual asistió Low Bros (Alemania), Speto y Sesao (Brasil) y otros artistas europeos. Y vaya, digo que es la más representativa porque fue la primera vez que salí de México para intervenir y exponer durante tres días en un evento relevante a nivel internacional, al que asistieron más de mil personas”.

Este festival tiene la finalidad de recaudar fondos a través de la venta de obra para el abastecimiento de agua y la creación de programas educativos en África. En esa edición Posk vendió uno de los dos cuadros que llevó para ese fin, y decidió dar el 100 por ciento del costo de su obra, ya que los artistas deciden cuánto dinero donarán para esta buena causa.

Tras sus giras en el extranjero, critica: “A muchos de los muralistas connacionales les hace falta tener más apertura para trabajar en red y no hermetizarse en grupos elitistas que sólo apañan los eventos y, en ocasiones, limitan a otros artistas con suficiente talento al desacreditar sus trabajos y no hacerlos parte de este movimiento”.

“Soy de la generación de Smithe, Saner, Sego, DEA, News. Comenzamos exponiendo como hace 11 años en los cafés de la (delegación) Álvaro Obregón. Y bueno, luego de un largo recorrido de chamba, considero que el street art en México tiene mucho recelo y pocas oportunidades por los egos de los artistas o carencias de educación artística en el país. Muchos sólo lo ven como una entrada màs de dinero; otros los vemos como una forma de vida”.

Obra de Posk en Alemania. Foto: Cortesía de Posk.

Obra de Posk en Alemania. Foto: Cortesía de Posk.

Considera, sin embargo, que en ocasiones se siente ajeno al movimiento del street art:
“El único motivo por el que pinto en la calle es para buscar un diálogo entre las personas. Quiero generarles curiosidad o dudas sobre la obra, para así demostrares que existen otra realidades en este mundo, como es el caso de la mitología. Todo un trabajo muy aislado de lo que puede ser mi ego o mi persona”.

Relata: “Desde hace siete años vivo económicamente de mi trabajo. Es muy difícil entender el contexto mercantil para este circuito tan específico del arte. En México es muy complicado vivir de estos trabajos a pesar de que en la actualidad existen galerías, promotores o clientes. Tan sólo en Estados Unidos existen entre 20 o 30 galerías, cuando en México sólo hay una o dos”.

“Ante ello –explica– debes de entender el juego y rol de cada personaje que interviene en estas negociaciones para crear una estrategia de venta. Actualmente ya tengo obras vendidas en Estados Unidos, Brasil, Suecia, Suiza, Francia, España y Alemania. En este universo hay mucha gente muy manchada (abusiva) que sólo se aprovecha de tu trabajo para beneficiarse, pero existen otros que en realidad te apoyan para que tus obras sean vendidas”.

El origen del universo. Mural en el Centro Cultural Border de la Ciudad de México. Foto: cortesía de Posk.

El origen del universo. Mural en el Centro Cultural Border de la Ciudad de México. Foto: cortesía de Posk.

Pero para alcanzar este grado de comercialización Posk tuvo que desempeñar una compleja estrategia de mercado: actualización constante de capeta de trabajo, expandir relaciones públicas y comerciales, administrar sitio web y redes sociales, contactar asesores, administradores de cuentas, entre otra larga lista de actividades.

“Todo tu tiempo se va ahí, y más cuando lo haces solo; sin la ayuda de alguien. Es tan absorbente esta autogestión que a veces no te da tiempo de pintar. Sólo queda administrar bien los tiempos para toda esta chamba (trabajo) dé resultado para así poder vivir de ello. He tardado hasta un año en conseguir algún proyecto, pero no me desespero porque en ese tiempo programo otros trabajos con potencial para generar algún recurso económico. Estoy en constante creación; no hay de otra”, apunta.

Luego de impartir talleres de técnicas artísticas, critica que muchos estudiantes sólo buscan aprender métodos de manera casi instantánea para crear obras-objeto para entrar de lleno al mercado, pero “no se dan cuenta que la verdadera intención de pintar no es sólo vender, sino demostrar tu verdaderos sentimientos, pensamientos o conocimientos, algo que se enseña muy poco en la escuelas”.

Remata: “La educación en México tiene un tremendo vacío y rezago. No van a lograr mucho si no revisan con una amplia crítica su proceso de creación. El chiste de esta chamba es salir a la calle y realmente trabajar para poder vivir de esto: el arte”.

Texto: Daniel von G.
Editó: Appel

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