Cix y Spaik están por viajar a Berlín. Están atareados. No quieren volver a perder el tren, como sucedió con el que hace dos días los traería de París a la capital belga, Bruselas. El descuido costó una pequeña fortuna. Mientras Cix comienza la plática, Spaik se apresura a “ordenar” la mochila tipo militar donde guarda sus cosas. Luego batallará para volver a enrollar los lienzos que trajo desde México para vender y que juntos pesan muchísimo. Se unirá al final de la charla.

Cix y Spaik pintaron toda la madrugada. Fue una obra que, el mismo día por la mañana, pidió para su casa un mexicano residente en la ciudad belga de Gante. La realizaron sobre tablones de madera comprimida de densidad media (MDF) y con pintura vinílica; el propietario la tituló “Tres camaleones“. Antes, Spaik y Cix habían pintado un muro, en esa misma ciudad, en colaboración con un conocido artista urbano de Bélgica, Sebastian Ascs, quien, entre otros famosos festivales de arte contemporáneo, se ha presentado en el Art Basel de Miami o en el Shanghai International Art Fair. En resúmen: fue un día intenso para los entrevistados, quienes además acaban de recibir una invitación del artista belga Bisser. Pero ya es demasiado tarde para aceptarla…

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Tres camaleones. Obra de Cix y Spaik para un particular. Gante, Bélgica.

Cix (Antonio Triana) tiene 31 años y Spaik (Israel Guerra) 28. El primero nació en Oaxaca y el segundo en Tlaxcala. En México se han granjeado un nombre después de más de 17 y 16 años de carrera, respectivamente. Sus estilos, inspirados en el colorido mexicano y el universo del misticismo prehispánico, son únicos, inconfundibles. Son representantes de lo que se ha dado en llamar el Muralismo mexicano contemporáneo.

El rasgo distintivo de las pintas e ilustraciones de Cix, señala la revista electrónica mexicana Resonancia Magazine, es “su marcada intención por destacar temas como la muerte, los efectos del tiempo y los ciclos de la vida en los seres humanos”. Muchos de sus trabajos, prosigue la revista, “retoman la filosofía (del muralismo mexicano del siglo pasado) de llevar el arte a las clases desprotegidas”. Por ese motivo muchos de sus muros se encuentran en pueblos semirurales de la delegación Milpa Alta, al sur de la Ciudad de México, y en particular en el pueblo de San Antonio Tecomitl.

Spaik estudió cine en el Instituto de Investigaciones Cinematográficas y Humanísticas, el IMICH, en Morelia, Michoacán, y actualmente realiza mapping o mapeado arquitectónico (proyección, acompañada de sonido, de imágenes o video sobre objetos tridimensionales). En su faceta de artista urbano, Spaik ha trabajado en Centro y Sudamérica. Los comentaristas coinciden en calificar su estilo como “psicodélico“, uno en el que plasma e hila fauna y tradición mexicanas en un entorno conceptual de espiritualidad.

street art, europafocus, art, latin american art, art, design, paint, drawAmbos artistas decidieron emprender juntos su primera gira por Europa, entregándose un poco a la improvisación. Aterrizaron en París. Ahí intervinieron un muro con el grafitero y artista urbano francés Dashe. Luego siguió Bruselas (que también es la capital de las instituciones de la Unión Europea), después Berlín, de ahí a Londres y finaliza su recorrido europeo en Burdeos, una ciudad portuaria al sudoeste francés. Por lo pronto, les entusiasma su próximo destino: la capital alemana, famosa por su inigualable vida cultural alternativa. Al final no se concretó obra suya en Berlín: el clima les jugó una broma y les mandó una lluvia pertinaz que les impidió pintar el muro que ya habían “fondeado“.

–¿Qué los motivó a venir a Europa? ¿Qué les interesa obtener como artistas?

CIX: A mí me interesaba venir desde que empecé a pintar a finales de los 90. A pesar de que el graffiti tiene su origen en Estados Unidos, mi influencia fue más europea. En particular me influyeron artistas alemanes, como el FX Crew de Hamburgo o DAIM (Mirko Reisser). Desde entonces tenía un deseo muy cabrón de venir a Europa.

–¿Cómo descubriste a esos artistas alemanes?

CIX: Por revistas que llevaban los artistas europeos a México y que luego dejaban. Eran revistas supercotizadas, que sólo tenían compas selectos en la Ciudad de México. Ahí veíamos toda la chamba de estos batos.

–¿Y qué te atraía más de estos grafiteros alemanes?

CIX: En ese entonces su técnica ya era impresionante, no la veíamos en México. Sus acabados eran mucho mejores: los degradados, los cortes, sus dimensiones… en esa época se manejaba el 3D y su trabajo era ¡guau! En segundo lugar, hacían unos muros gigantes, unas producciones muy grandes. Estaban muy adelantados a lo que se hacía en México.

Mural de Cix y Spaik en Londres. Foto: Spaik

Mural de Cix, Spaik y Libre en Londres. Foto: Spaik

–¿Y retomaste aspectos de esa influencia alemana en tu propio trabajo o sobre todo te sirvió de estímulo?

CIX: El trabajo europeo fue mi escuela.

–Es curioso lo que dices: lo que haces es, por llamarlo de alguna forma, supermexicano, y resulta que estás fuertemente influenciado por europeos…

CIX: Y no sólo los europeos me influenciaron en mis trabajos de graffiti. También lo hicieron en el resto de lo que hago: me refiero a artistas como el pintor alemán Sebastian Krüger (ilustrador de portadas de discos, retratista de celebridades del rock y exponente del movimiento conocido como Nuevo Realismo Pop). Él juega con la distorsión y con muchas texturas, algo que me gusta un chingo. Entonces, mi obra es una mezcla de mis influencias europeas y del arte mexicano: el arte prehispánico, el arte popular y el muralismo…

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